Continúo el posteo de la semana pasada. Empiezo con la segunda ilustración, el nivel de complejidad era similar a la primera, pero me llevó mucho más tiempo de ejecución. Nunca había pintando una aurora boreal, y tampoco un tigre, así que fue un desafío intenso.
Hice mucha búsqueda de auroras boreales reflejándose sobre superficies, en diferentes momentos del día, pero al final, para generar un contraste con la paleta diurna de la primera imagen, me decidí por una escena nocturna.